Según las estadísticas de la Administración Nacional de Seguridad Vial (ANSV), durante 2008 murieron 37.313 personas en accidentes automovilísticos. De modo que es una buena razón para mejorar nuestra manera de conducir.
De hecho Msn.com realizó un listado de las 10 conductas que debemos evitar y estar a salvo detrás del volante.
1. Volantazos
El error fatal número uno cometido por los conductores es quizás el más simple: Salirse del propio carril para bajarse de la carretera o pasar al carril adyacente. De acuerdo a la ANSV, durante 2007 murieron 15.574 personas en accidentes donde el origen fue un conductor que cambió de carril.
2. Manejar con sueño
“Manejar cansado es tan peligroso como hacerlo alcoholizado o drogado”, sentenció Mark V. Rosenker, titular del Consejo Nacional de Seguridad Vial en 2003 tras un choque fatal producido por un estudiante universitario que no había dormido durante las 18 horas previas mientras conducía un auto lleno de compañeros suyos a las 5 a.m. De acuerdo a la ANSV, durante 2007 murieron 1.404 personas a causa de conductores fatigados. Es más, la mayor parte de todas las fatalidades ocurrió en las horas en las horas de descanso habituales (3 a.m. a 6 a.m.).3. Manejo errático o imprudente
En sus versiones más suaves, hablamos de serpentear o ir pegado al auto de adelante; en las versiones graves, algunos llegan a manejar por el lado contrario de la carretera, exceden el límite de velocidad por 20 mph (32.19 km/h), conducen a más de 80 mph (128.75 km/h) y hasta cosas peores. El manejo imprudente puede ocasionar multas, prisión y muerte. Los conductores erráticos e imprudentes causaron más de 1.850 muertes durante 2007.
4. Corrección excesiva
Te asustas cuando las ruedas de tu SUV tocan los topes de seguridad al costado de la autopista y giras rápido el volante hacia la dirección opuesta para retomar la carretera. Este es un clásico ejemplo de corrección excesiva y es una maniobra especialmente peligrosa cuando manejas un SUV a altas velocidades en la autopista. Considéralo un vuelco potencial. Más del 4 por ciento de las muertes al volante ocurren debido a este tipo de maniobras.
5. Beber y conducir
Cada 40 minutos alguien muere en un accidente causado por ebriedad (en todos los estados, un 0.08 por ciento de alcohol en sangre es ilegal, aunque pocos saben que te pueden levantar cargos cuando el alcohol te ha afectado, aún si estás por debajo del límite legal). Los conductores jóvenes son particularmente propensos a beber y conducir: la franja de 21 a 34 años es responsable de la mitad de los accidentes fatales inducidos por el alcohol. Previsiblemente, es más frecuente encontrar un conductor ebrio durante la noche y los fines de semana. Según la ANSV, el 60 por ciento de los conductores que murieron de noche en 2007 estaban legalmente ebrios. El alcohol es también determinante en la mitad de las muertes de peatones. En esos casos, tanto los conductores como los peatones pueden ser los culpables.
6. Errores al momento de ceder el paso
Para conductores mayores de 70 años, ceder mal el paso cuando ingresan en una carretera es la principal causa de accidentes. En un estudio reciente del Instituto de Aseguradores para la Seguridad Vial, los conductores mayores de 80 años no ven venir el vehículo cuando deberían ceder el paso. Los conductores entre 70 y 79, en cambio, lo ven pero calculan mal el tiempo necesario para la maniobra. Este tipo de errores fue la quinta causa de accidentes fatales en 2007.
7. Exceso de velocidad
Correr, superar los límites de velocidad o simplemente ir muy rápido para las condiciones de la carretera son la segunda causa de choques fatales, de acuerdo a la ANSV. Desde las 55 mph estás en zona de peligro: 30 por ciento de las fatalidades ocurren de esa velocidad en adelante. Los peores escenarios involucran excesos de velocidad sin cinturones de seguridad o cascos en las motos. Las tasas de fatalidades para los motociclistas son impactantemente altas: En 2007, en el 36 por ciento de las muertes sobre dos ruedas hubo exceso de velocidad. De este grupo, 41 por ciento de los conductores y más de la mitad de los acompañantes no usaban cascos (sólo en 20 estados y en el Distrito de Columbia el casco es obligatorio).
8. Cruzar semáforos en rojo
De acuerdo al Consejo de Investigación de Aseguradores, un organismo sin fines de lucro, un considerable 75 por ciento de los accidentes de tránsito ocurre en las ciudades. ¿La causa más común? Pisar el acelerador cuando el semáforo está rojo. De la infinidad de tipos de choques, los frontales y laterales son los más peligrosos. Las estadísticas de la ANSV señalan que de las 41.059 muertes al volante en 2007, 54 por ciento ocurrieron en choques frontales. Cuando cruzas muy justo cortando semáforos, el frente de tu auto o el de otro auto puede resultar impactado. Pase lo que pase, es la receta para un accidente fatal.
9. No usar cinturón de seguridad
A pesar del gran aumento en el uso del cinturón de seguridad durante la última década -sin mencionar que es obligatorio- el 33 por ciento de las personas que murieron en accidentes vehiculares no se había ajustado el cinturón. Sin esta prevención, conductores y pasajeros se arriesgan a salir eyectados del auto. El 76 por ciento de las eyecciones terminan en muerte.
10. Manejar distraído
Comer, hablar por teléfono, escribir mensajes de texto y toquetear la radio del auto distraen y fueron la causa de 4.704 muertes en 2007. De estos malos hábitos, el teléfono al volante se está convirtiendo una práctica habitual. Se estima que, en todo momento, hay un millón de estadounidenses conduciendo y hablando por teléfono a la vez. Esta conducta multiplica por cuatro el riesgo de accidentes. Hubo un caso específico que impulsó la investigación de la ANSV: en la autopista, una SUV giró bruscamente hacia la izquierda, saltó el muro divisorio, volcó y cayó sobre un vehículo que venía en la dirección opuesta. El conductor de la SUV venía resistiendo fuertes vientos cruzados y a la vez hablaba por teléfono. Curiosamente, de haber usado algún dispositivo de manos libres es posible que tampoco evitara el accidente. “Puedes creer que un teléfono de manos libres te va a distraer menos –explica Anne McCartt, autora de un estudio publicado en el Periódico Británico de Medicina - pero descubrimos que cualquier tipo de teléfono aumenta el riesgo”.
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