La cárcel más singular del mundo.
Unos 200 reos del penal boliviano de San Pedro viven con sus familias.
La prisión de San Pedro, en La Paz, es la más grande de Bolivia, pero no es una cárcel cualquiera. Alberga a 1.500 presos. Y a sus invitados. Cerca de 200 reos conviven ahí con sus familias. Las mujeres y los hijos pueden entrar y salir de la prisión sin ningún problema. Pero la rocambolesca situación no termina ahí. Hasta hace un mes, San Pedro también era el sitio turístico más extraño del mundo, según la guía de viajes Lonely Planet. ¿La razón? Por unos 35 dólares (unos 26 euros), cualquier visitante podía conocer la peculiar sociedad establecida en el interior de la prisión, consumir la cocaína producida en el mismo sitio y hasta pasar una noche en una celda.
Entre sus reos están varios de los prisioneros más famosos de Bolivia. Algunos de ellos son el ex prefecto de Pando, el opositor y autonomista Leopoldo Fernández, a quien el Gobierno ha señalado como el responsable de la matanza efectuada en esa región el año pasado; el destituido presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) Santos Ramírez, y hasta los dos detenidos la semana pasada por el supuesto complot en contra del presidente Evo Morales. El criminal de guerra nazi Klaus Barbie (acusado de 4.500 asesinatos en campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial) estuvo encarcelado en la prisión unos meses durante 1983 antes de ser extraditado a Francia, donde murió en 1991. Pero ninguno de estos presos fue el que convirtió a San Pedro en una atracción turística.
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